Transparencia en Tiempos de Crisis: Parte II

¿Se recuerdan esa Conferencia de Prensa que dió Wanda Vázquez a principios de la emergencia del COVID-19 para informar sobre los incentivos económicos que se iban a dar? Primero, parecía positivo que se estuviese tomando acción inmediata tanto respecto al distanciamiento social como a la necesidad de ayudar a amortiguar el impacto económico durante la respuesta. Luego evaluamos los detalles del Plan Estratégico para Incentivar Nuestra Economía y vimos cómo la idea se basaba mayormente en inyectar dinero a las agencias gubernamentales (en vez de la ayuda directa al pueblo), incluyendo 55 Millones al DMO (Destination Marketing Organization). ¡AL DMO!

¡Alguien por favor, ilumínenos!

Poder trazar el flujo de fondos fiscal, beneficia:

• Al servidor público: ya que le brinda mayor visibilidad sobre el flujo de fondos, permitiéndole medir el impacto de los gastos, identificar necesidades adicionales, y determinar la sostenibilidad de los costos y gastos de la crisis
• A los ciudadanos y agentes externos: ya que posibilita la participación informada del pueblo para dar su insumo acerca de los fondos y sus asignaciones, y facilita el monitoreo social de los mismos

¿Qué se recomienda?

Las mejores prácticas internacionales, recomiendan comenzar por establecer una herramienta/plataforma digital de transparencia fiscal, que divulgue – de manera proactiva, centralizada, validada y actualizada regularmente – información sobre las decisiones fiscales, como:

• Los fondos de contingencia y reasignación de fondos (incluyendo los cambios presupuestarios para la reasignación) necesarios para poder responder al COVID-19
• Los fondos suplementarios y la flexibilidad en el uso de los fondos durante la crisis
• De dónde originan los fondos, cuáles son las cantidades, el periodo de tiempo al que aplica, y el impacto en el presupuesto regular. Aquí, al tener transparencia se permite ver la congruencia entre necesidades identificadas (utilizando la data validada) y el presupuesto asignado
• Justificación por partida presupuestaria, estatus de aprobación, su razonamiento y los criterios que establecen para su uso
• Proceso de participación pública en la determinación de las partidas

En caso de necesitar agilizar el uso de los fondos, deben establecerse controles para incrementar el monitoreo de fondos de alto riesgo. Auditorías rigurosas de los gastos se deben llevar a cabo luego de la emergencia por las diversas entidades fiscalizadoras, la legislatura, y la Sociedad Civil. Los resultados de todo ejercicio fiscalizador debe informar futuros planes y controles del manejo fiscal en emergencia.

También se recomienda establecer juntas o comisiones de monitoreo, para fiscalizar en tiempo real el desglose, uso, e impacto de los fondos. Finalmente, se recomienda unir en una misma plataforma la información fiscal con la de contratos y compra, para poder monitorear el flujo y uso de fondos desde el comienzo hasta el final de la cadena, y detectar y atender lagunas, duplicidad, riesgos adicionales, etc.